TERCER REPORTE

EL JUEGO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

La vida es un juego y es por medio del juego como se aprende a vivir cada momento. Una canción repetida varias veces se graba más a que si solo lo lee o lo repite.
El aprendizaje de un niño desde el principio se da por medio de juegos y canciones. El conocimiento que adquiera de momento a momento será dado de acuerdo a las circunstancias en las que viva.
Aquí hay un nuevo juego por el que se reflexiona sobre la vida cotidiana llamado Emotrions que baraja emociones positivas y negativas. Todos los juegos tienen el mismo fin, ganar al otro o ser mejor. Ninguno piensa en compartir con otro la gloria, todos deseamos ganar.
Según el psicólogo Peter Salovey este juego es muy bueno porque maneja las emociones y sirve para controlarlas pues tiene un paralelismo con las competencias fundamentales de la inteligencia emocional.
En este juego se conocen las emociones propias y se aprende a controlar cada una. El reconocimiento de las emociones ajenas y el control de las relaciones son mejor.
La mejor carta según el juego es la de la fuerza que simboliza la fuerza de espíritu y es con la que motiva una persona para hacerlo todo en la vida.
La Real Academia de la Lengua define Emoción como “alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática”. Los investigadores han identificado cientos de emociones, y han identificado las emociones primarias.
Por ejemplo, la Tristeza es una emoción básica que encabeza a otras emociones como la aflicción, la pena, el pesimismo y en un caso grave, a la depresión. Emotrions primarias son la Furia, el Amor, la Tristeza, la Alegría y el Odio.
La Fuerza, la carta de más valor, simboliza el optimismo, la fortaleza de espíritu. Y se atribuiría a todas las personas que tienen autoestima y no se acobardan ante las dificultades. La carta del Hambre es una emoción fisiológica que anula las emociones básicas. Así, “cuando uno tiene hambre, el corazón no decide”.

Tareixa Barberena
Mexico D.F.